¿Por qué tu bicicleta económica te saldrá cara?
- ricardogarciababin
- 9 feb
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 14 feb
Cada día es más frecuente que las tecnologías desarrolladas para los productos mas premium vayan pasando de manera paulatina a modelos más económicos.
Todos estos cambios están pasando en el mundo del ciclismo y si bien en gran medida son bastante funcionales y mejoran la eficiencia de la bicicleta, en otros casos son meramente estéticos y encarecen procesos que eran simples y rápidos.
Entre los ejemplos que han mejorado la experiencia de usuario tenemos los cambios electrónicos, que si bien son un componente más del que estar pendientes, debido a tener que mantener la carga de estos para poder rodar con normalidad, han aportado beneficios como cambios más precisos y consistentes en el tiempo, sin tener que estar sustituyendo cables y fundas para garantizar la suavidad. Además de abaratar los mantenimientos, ya no hay que preocuparse por las curvas imposibles de los guiados internos.
Sin embargo, al otro lado del espectro, tenemos las mejoras que no llegan a serlo porque se centran mas en la estética que en aportar innovaciones mecánicas.
Sí, me refiero al guiado interno a través del manillar, sobre todo en bicicletas de montaña.
Cuando se empezó a ocultar el cableado externo en los cuadros de las bicicletas, única y exclusivamente por motivos estéticos, llegaron las primeras críticas, sobre todo por parte de los mecánicos, ya que estos cambios suponían un incremento de tiempo a la hora de hacer un cambio de cables y fundas. Incluso la instalación de un freno hidráulico, que de fábrica venían con el circuito cerrado y purgados a la perfección, se tenían que desmontar y volver a purgar, para pasar el latiguillo por sus correspondientes orificios.
Era una molestia montar el cableado de esta manera, pero no afectaba a otros componentes que pudiesen necesitar mantenimiento en un futuro. Todo cambió cuando a alguien se le ocurrió esconder todo el cableado a través de manillar y potencia. Cambió para usuarios y mecánicos y no para mejor.
Tengamos en cuenta que en una bicicleta de carretera la electrónica ha entrado por la puerta grande. No es tan “terrible” introducirlo todo por un espacio pequeño pero suficiente, dado que solo tenemos dos latiguillos y un cable electrónico en el peor de los casos. El problema real no es de espacio sino de practicidad.
¿Qué ocurre si quiero cambiar de manillar, o de potencia?, ¿y si necesito sustituir los rodamientos de la dirección porque están hechos polvo?. Ahí es cuando llegan los problemas, generalmente económicos.
Se han vendido bicicletas relativamente económicas que tenían cableado oculto a personas que no han sido informadas de los inconvenientes que conllevan estos “avances”. Cuando algunos de los supuestos anteriormente citados ocurren y los costes de esa reparación/cambio de pieza aumentan de manera ridícula, el malo de la película pasa a ser el mecánico.
Antiguamente cambiar unos rodamientos de dirección llevaba unos 15 minutos. Actualmente esta tarea conlleva:
Quitar la cinta de manillar.
Desconectar los latiguillos de las manetas.
Quitar las olivas, dado que no pasan por los agujeros del manillar.
Sacar los tubos del manillar y la potencia.
Quitar la horquilla.
Y ya hemos llegado a los rodamientos.
Una vez cambiados volveremos a montarlo todo y si ha habido suerte los latiguillos serán los suficientemente largos para que puedas volver a unirlos a las manetas.
¿Pero, y si los latiguillos estaban cortos y con el corte que has tenido que hacer para quitar las olivas y los conectores ha provocado que sea imposible conectarlos de nuevo?. En este caso tendrás que sustituir ambos latiguillos, o si eres lo suficientemente empático con el cliente, pasarás el latiguillo trasero al freno delantero, aprovechando que es mas largo y pondrás uno nuevo en el trasero.
Hecho esto ya podemos acabar. Tendremos que volver a purgar los frenos y sustituir la cinta de manillar.
En definitiva, cambiar los rodamientos de la dirección, se ha convertido en una sustitución de latiguillos, cinta de manillar y rodamientos, además de requerir un purgado de frenos.
Pasamos de una reparación de unos 55€ a otra de unos 200€, tres veces más. Lo que a mi parecer no está nada justificado por el hecho de tener ocultos los cables a la altura del manillar.
Esta reparación tiene el mismo precio tanto en una bicicleta premium como en una económica, de ahí lo ilógico de la situación. Cuando compras un Mercedes sabes que las piezas van a ser más caras que si adquieres un Dacia. Eliges qué es lo que quieres pagar. Es por eso que poner estas tecnologías al alcance de todo el mundo sin informar al usuario de lo que acarreará es un error.
Y ahora hablaré brevemente del absurdo que es esto en las bicicletas de montaña, donde los componentes electrónicos no son tan bien recibidos como en la carretera y podemos encontrar hasta cinco fundas introducidas por la tapa de la dirección, no aportando absolutamente nada. Estéticamente fallido, puesto que sigue habiendo cables expuestos y funcionalmente terrible, dado que el giro del manillar se ve afectado por la ingente cantidad de plástico y metal que hay ahora donde antes no había nada.
Y por supuesto el incremento económico a la hora de cualquier reparación, ya que la sustitución de cualquiera de las fundas de cambio, freno trasero, bloqueo de amortiguador, tija telescópica o elementos electrónicos en bicicletas eléctricas, pasan por la dirección, complicando el proceso de reparación y aumentando el tiempo de esta.
Consejo personal: Comprad con cabeza y no le echéis la culpa al mecánico de todas vuestras malas elecciones.
Guiado interno en bicicletas económicas.
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